sábado, 5 de noviembre de 2016

La feria

Perico daba vueltas con los ojos vendados.

 —¿Por qué le cubren los ojos, abuelito?
—Se marea, mi niña.

Subida sobre el lomo del burrito, mi infancia giraba en aquel carrusel.

El tiovivo del tiempo se llevó a mi abuelo, y al burrito. Pero cuando miro una feria aún soy feliz.

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