jueves, 10 de noviembre de 2016



                                                                          Tú

Espero que puedas perdonarme, nada me sería más grato que volver a sentirte de nuevo jugando en la parcela, correteando tras los coches y persiguiendo al cartero. Espero que comprendas mi actitud, siempre fui cariñoso contigo, nunca te faltó de nada. El mejor collar, con remaches a juego como mi chupa, lo tenías tú. Los jugosos chuletones, el puesto preferido en el sofá. Espero que nada me reproches, te llegó el tiempo y por suerte tuviste a alguien que eligiera ese momento. No quería deshacer las maletas sin decirte que te añoro, pero sé que entenderás que me cansé de ser tu perro.

Llanela: Hoy hace buen tiempo. A pesar de que el otoño ha l...

Llanela: Hoy hace buen tiempo. A pesar de que el otoño ha l...: Hoy hace buen tiempo. A pesar de que el otoño ha llegado para quedarse. Pero a los días lluviosos, se ha interpuesto el sol. Bienvenido otoñ...

Sale el sol en este día frio de noviembre. La sirena del colegio anuncia la llegada de los niños. El día a día, la continuidad, lo de siempre, hacen de la vida una cadena.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Hoy hace buen tiempo. A pesar de que el otoño ha llegado para quedarse. Pero a los días lluviosos, se ha interpuesto el sol. Bienvenido otoño. Con tus hojas de cambiantes colores, con el suelo mojado de lluvia, con el sol que te pica en la piel.

sábado, 5 de noviembre de 2016

La feria

Perico daba vueltas con los ojos vendados.

 —¿Por qué le cubren los ojos, abuelito?
—Se marea, mi niña.

Subida sobre el lomo del burrito, mi infancia giraba en aquel carrusel.

El tiovivo del tiempo se llevó a mi abuelo, y al burrito. Pero cuando miro una feria aún soy feliz.

domingo, 2 de octubre de 2016

El túnel

La tristeza llegó, como cada mañana. Un sentimiento de pesadumbre que arrastraba mi alma, con la fuerza de un huracán. Lo había perdido todo: las ganas de vivir, la esperanza. Ya no tenía fuerzas para luchar.

Vi el túnel de la muerte. Cerré los ojos. Y corrí hacia el resplandor.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Mi mamita

—Péiname otra vez, mi mamita —me pedía caprichosa. Despacito trenzaba sus ralos cabellos.

—Píntame los labios—. ¡Como siempre, tan coqueta! A veces, deliraba.

Sentada en la cama, Rosaura gemía.

—Mamá, que venga mamá—. Se agarraba a la sábana, desolada.

Me parecía mentira, cien años cumpliría mañana, y todavía la necesitaba.

sábado, 30 de julio de 2016

Botones

Ya nunca veré la cara amable de la anciana vendedora. Ni en el escaparate las sartas de botones, que desde niña tanto me gustaban. La tienda no tiene quién la abra, encienda la luz, y coloque el muestrario.

Esta mañana había un cartel: SE TRASPASA O SE VENDE, POR DEFUNCIÓN.

martes, 28 de junio de 2016

El monstruo

Rasgó la carta.

—Tengo que llevaros con el monstruo.

Tiró de nosotros, enrabietada. Mi hermanita lloraba. Bajamos del coche, temblorosos y asustados.

—¡Aquí los tienes, tú ganas, cabrón! Custodia compartida.

Siempre habíamos vivido con ella. Susi no le recordaba.

Sabía que era nuestro padre, y nos quería. Mamá nos mintió.

sábado, 28 de mayo de 2016

La de la mochila azul

Corren. El pequeño se detiene, le aprieta el zapato.

—Corre—le grita— ¡van a cerrar!

Ella ya está allí. La mira sofocado.

—¿Es la que te gusta?
—Sí, la de la mochila azul.

Su hermano le pisa y le da un empujón. Sin poderlo evitar le roza torpemente los labios.

sábado, 23 de abril de 2016

Jara

El camino estaba tenuemente iluminado, no paraba de llover. Acababa de enterrar a Jara.

Le sorprendió verla aparecer. Tenía el pelaje embarrado y sanguinolento, y todavía conservaba el collar.

Aulló desesperada una caricia. No podía dejarla entrar. Bajó su mirada y arrancó el coche. Cobardemente se perdió en la lejanía.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Simiente

Llega cada mañana al borde del camino y las esparce con calma. Dicen que está loco de atar. ¡Nada va a nacer de guijarros! Pero él, erre que erre, sigue empeñado en que así ha de ser. No deja de creer que nacerá un castillo del vientre de la tierra.

sábado, 9 de enero de 2016

La presa

Aguardo escondido entre la maleza a que salga. La espero arañando la noche. Tengo todo el tiempo de la vida para atraparla. Ella será mi mayor trofeo. Pero sabe muy bien camuflarse, porque a veces es etérea, esquiva. Conoce bien los rincones ocultos. ¡Ya cuelgas insolente del cielo!: radiante plenilunio.